Como explicamos en la primera parte, nuestro cerebro utiliza
diferentes áreas para lograr la habilidad de crear una idea nueva e innovadora.
Siguiendo el modelo clásico de la creatividad:
1er Paso: Definir el marco del problema.
La capacidad de ver nuevos problemas y preguntas se trabaja
nivel de nuestra atención. La gran diferencia entre las personas que son
innovadoras y creativas, y las que no lo son, está en donde centran su
atención. Pascual Leone (Neurocientífico de Harvard) sostiene que podemos
modular nuestra capacidad plástica cerebral por medio de tres estrategias: a
través de fármacos, a través de la estimulación electromagnética transcraneal y
a través de estrategias cognitivas, modulando nuestra “atención”.
Si nuestra atención está en ver siempre las mismas
soluciones, o responder siempre las mismas respuestas a los mismos problemas,
simplemente estamos actuando de manera automática (inconsciente) con las
respuestas que ya existen o se inventaron por otros.
La atención está muy vinculada al área del cerebro llamada “área
o corteza prefrontal”, que es nuestro director de orquesta, ya que tiene la
capacidad de redirigir nuestra atención. La corteza prefrontal es donde se
ubica nuestra capacidad de tomar conciencia de nuestras conductas. Y está
conectada con nuestro subconsciente, es decir, con nuestras emociones (las
emociones se alojan las siguientes estructuras la amigada cerebral, el hipotálamo,
el límbico y el hipocampo), para mayor facilidad digamos que todas las
emociones básicas están en la amígdala cerebral. (De esta forma se facilitará el
aprendizaje de otros apartados que
subiré más adelante).
La habilidad de ser creativos se aprende, y los pasos para
el aprendizaje las enseñaré en otro apartado, por ahora, dejemos como concepto final
del primer paso que: “Debemos cambiar nuestro foco de atención”, y salir de la
rutina.
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